lunes, 16 de julio de 2012

¡Buenos días, princesa!‏




De camino a mi casa, montada a la moto de mi novio, agarrada a su barriga, vi algo que me llamó la atención.

-Hector, ¿Puedes esperarme un momento? Quiero ver una cosa. - Dije separándome de él.
-Claro. – Entonces me bajé de la moto.

Después de separarme de Hector y de la moto, empecé a caminar hacia una librería. Hector me contempló, no tardó ni tres segundos en reaccionar, bajarse de la moto y seguirme un poco intrigado.

-¿Qué es lo que querías ver?
-Quería entrar a esa librería. - Dije señalando la librería que había en frente nuestro.
-¿A la librería?
-Sí, a la librería, y por la expresión de tu cara deduzco que no eres muy fan de la lectura, ¿Me equivoco?
-No, no te equivocas. Creo que no he leído ni un solo libro en mi vida.
-Pues tú te lo pierdes.
-Si tú lo dices...
-Vamos. 

Le cojo de la mano y nos dirigimos hacia la librería. Después de entrar y saludar al hombre mayor que estaba en la caja leyendo el diario, me solté de la mano de Hector y empecé a ojear los libros que había. Perdí totalmente de vista a Hector cuando vi un libro en el que ponía con grandes letras en la portada 'Blue Jeans', uno de mis autores favoritos. Me acerqué rápidamente y leí el título del libro: ¡Buenos días, princesa!, así se titulaba ese libro. Giré el libro para ver la contraportada por si había una sinopsis. Entonces Hector se acerca a mí por detrás tras acabar su desinteresada vuelta por la librería y observa el libro que yo contenía en mis manos.

-¿Qué libro es ese?
-Es nuevo, y es de mi autor favorito.
-Vaya, que interesante. - Dijo irónico.
-¡Me lo has preguntado tú! - Le dije levantando un poco la voz. En ese momento el hombre mayor que estaba leyendo acercó su dedo índice a sus labios y produjo el típico sonido pidiendo silencio: sshhtt...
-Disculpe. - Dije en voz mas baja y suave. - Hector, vámonos.
-¿Ya has visto lo que querías ver?
-Sí.
-Vale, vamos.

Salimos de la librería y nos dirigimos a casa montados en la moto. Al llegar, él se acomodó en la moto, de lado, mirándome, mientras yo solamente  le miraba y sonreía. Me acerqué a él, le agarré la cara y le besé como si fuese la última vez. Lo solté y me dirigí rápidamente a mi casa. Al llegar a mi piso, mientras caminaba hacia mi cuarto, oí gritos:

-¡________! ¡________!... - Se oía al otro lado de la ventana de mi habitación. Nerviosa, y sin poder parar de sonreír, me asomé por la ventana. Era él que gritaba como si estuviese borracho.

-¡Estás loco!
-Ah, ¿Sí? ¡Vuelve a decir eso y te arrepentirás!
-¡Vete ya, pesado!
-¡Vale! ¡Me voy! ¡Pero que sepas que estas locuras son culpa tuya! ¡Estoy loco por ti!

Metí mi cabeza dentro de mi habitación y me senté en el suelo. Un segundo, dos, tres, cuatro... Sonó el ruido de una moto arrancando que me confirmó que Hector se había marchado. Yo estaba feliz. Me levanté del suelo, me preparé para la ducha y después de ducharme me fui a dormir.

Al día siguiente, con un poco de esfuerzo abrí los ojos para no volver a caer en la tentación de dormir. Me giré hacia el otro lado de la cama y vi unas letras en azul. Empecé a enfocar la vista y me quedé en blanco cuando me quedó claro lo que era eso: el nuevo libro de Blue Jeans, ¡Buenos días, princesa!


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