lunes, 23 de abril de 2012

Guerra de cosquillas




Entré a la habitación y me vestí con un chándal y una sudadera de las suyas. Después entro él y me empezó a mirar fijamente.

-Estas muy sexy con el pelo mojado. - Dijo él con una media sonrisa. Yo solamente sonreí. - ¿No piensas contestarme? - No contesté de nuevo, volví a sonreír. - Así que estas muda, ¿no? Vale. Tú lo has querido ______(tn).

Me cogió por la cintura, y me tiró a la cama.

-¿Que vas a hacer? - dije sin parar de reír.
-¿Ahora si que hablas? Demasiado tarde preciosa.
-Nonono - dije. - ¡por favor!
-Ahora empieza la mejor guerra de cosquillas de la historia.

Y así fue, sin parar de reír, empezó la guerra de cosquillas.

-¡¡Para!! ¡No puedo mas! ¿quieres matarme? - dije moviéndome por toda la cama y casi sin poder respirar.
-Te lo advertí. - dijo parando. Me pude estirar tranquilamente en la cama, respirar hondo, y mirarle.

Después de un rato mirándonos le sonreí.

-Gracias. 
-¿Por que? - dijo frunciendo el ceño.
-Por decir que estoy sexy con el pelo mojado. - dije esto, y vino hacia a mi, se tumbó a mi lado.
-De nada. - susurró. Volví a sonreír, apoyé mi cabeza en su pecho y suspiré.
-Estos momentos contigo son... como decirlo... em... únicos y especiales. - sin responder, sonreí en su pecho.
-¿Si?
-Sin duda.



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