domingo, 27 de enero de 2013





—¿Puedo volver a verte? — me preguntó. 

Su voz sonó nerviosa, y me pareció entrañable.

—Claro — le contesté sonriendo.
—¿Mañana? —me preguntó.
—Paciencia, saltamontes —le aconsejé—. No querrás parecer ansioso…
—No, por eso te he dicho mañana —me contestó—. Quisiera volver a verte hoy mismo, pero estoy dispuesto a esperar toda la noche y buena parte de mañana.




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