viernes, 1 de marzo de 2013




Él es tentador, es una insinuación, una chispa de locura. Su boca, sus manos, su pecho, sus ojos. ¡Oh sus ojos! quiero que me miren mientras disimulo que no me doy cuenta, quiero perderme una eternidad en ellos, reflejarme en ellos, vivir en ellos. Tal vez no son los ojos, es la mirada, la manera en que los entrecierra, la manera en que mira hacia abajo, la manera en que dice mil cosas con solo un vistazo. Quiero que sus pestañas me hagan cosquillas, el momento más feliz de mi infancia con tal de reflejarme en sus ojos una vez más, para sentir que sus pupilas me inventan, para sentirme dueña de todo, dueña hasta de los latidos de su corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario