viernes, 31 de mayo de 2013


aquellaestrelladealla:

Los hombres de Paco, Sara y Aitor

-Yo, voy a estar contigo, ¿sabes? Porque no sé cuándo me enamoré de ti, ni cuánto. Porque no hay metros cúbicos, ni litros para medir todo eso. Pero sí sé por qué. Porque cuando andas con catarro, hueles a visvaporus y porque tienes un hueco aquí, entre el hombro y el pecho que cuando pongo la cabeza me siento como en casa. Y porque en todas las fotos que tengo tuyas, sales siempre sonriendo. En todas. Y tú, Aitor, ¿por qué te enamoraste de mí?

-Yo no escogí enamorarme de ti. Pero la primera vez que te besé, nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble y la hora exacta de ese beso eran las doce y diez y quité la pila de ese reloj para que quedase la hora detenida para siempre, parada. El minuto exacto en que me besaste está metido en un reloj para siempre y ya no sé nunca qué hora es, pero me da igual. Y desde entonces miro constantemente el reloj.
¿Sabes lo que me gustaría? Estar tumbado contigo sobre la hierba, mirando esa luna naranja que hay algunas noches de verano y que empezara a nevar y sentir los copos en la cara y tu mano…




No hay comentarios:

Publicar un comentario