jueves, 27 de diciembre de 2012




Y esas mariposas se quedaban cortas a los que ella sentía cuando él se acercaba a paso lento con una sonrisa en el rostro, una sonrisa dedicada única y especialmente a ella. Con una mirada en sus ojos que no había conocido antes y que le coloreaba las mejillas de rojo carmesí. Todo era perfecto, él la miraba a los ojos y le susurraba 'te amo' con su voz grave. Cerca de su oído, de su cabello o de sus labios, fuese donde fuese que le susurrará... Él le seguía poniendo los pelos de punta, la hacia ponerse tan roja como un tomate. Ella reía nerviosa cuando él rozaba la nariz por su cuello y con una voz apenas audible... le decía lo hermosa que era. Cerraba sus ojos en cada abrazo, suspiraba en cada beso. Se sentía una niña de 7 años esperando los regalos de navidad cuando lo estaba esperando a él. Ni la distancia pudo con sus sentimientos, ni los obstáculos con su amor.



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