sábado, 19 de enero de 2013




-A veces las ganas se van. Pero siempre debes mantenerte sonriendo, así todos se preguntaran por dentro qué estas tramando.
-¿Así funciona tu sonrisa?
-Es una de las más espantosas y hábiles formas de ocultar el dolor.
-¿Y si alguien, en lugar de sólo pensarlo, te preguntara por qué siempre estás sonriendo? ¿Qué le dirías?
-Me reiría, y pensaría que posiblemente esa persona sea el amor de mi vida.




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