-Quítate eso. - Lo dice como si no entendiera cuánto tiempo tardó en arreglarse para él.
No es que tuviera miedo de mostrarse tal cual es frente a él, sólo que parecía que el no notaba lo que ella hacía por él; la dieta para mantener una bonita figura, el vestido para resaltarla, el tinte para lucir su cabello, pintalabios para marcar sus besos, y nunca olvidar sus tacones para besarlo con mayor facilidad.
-No sé porqué pierdo mi tiempo así. - Agacha la mirada y comienza a quitarse sus tacones.
-Te prefiero sobre mis pies. - Le ayuda a quitarse el otro tacón, al terminar la levanta de las manos, sujeta su cintura y la acomoda sobre sus pies besándola como si fuera la primera vez.
Esa noche dejó sus tacones al borde de la cama, junto con su altura y sus inseguridades.
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