lunes, 30 de julio de 2012

No lo cojas


No me des la espalda. No cojas ese tren. Siéntate a mi lado y cuéntame tus anécdotas, mientras yo finjo que te escucho. No sonrío por tus historias, sonrío por el color de tus ojos… me gusta bañarme en ellos. Te ayudaré a deshacer el equipaje y a asesinar a tus dudas. Tomaremos champán y te reirás. Me llamarás ladrón… solo te he robado un beso. Ten, te lo devuelvo. Sale la luna en tu cara, hoyuelos de felicidad. Siento que vuelo cuando sé que soy su causa. Ahora gotean tus ojos. Enloquezco porque sé que soy la causa. Me muero por secarte las mejillas con besos. Pañuelos, qué invento más tonto. No me des la espalda. No cojas ese tren. Subo el volumen de la radio. Esta canción me recuerda a ti. Mientes. Tienes razón, todas me recuerdan a ti. De nuevo veo la luna y sus hoyuelos. ¿Te quedas? Necesito tiempo. Pues te compro un reloj, pero volvamos a casa… Se paró el coche y el tiempo que decías necesitabas. Entró una brisa punzante cuando abriste la puerta, y sentí un pinchazo en el estómago y una puñalada en el oeste de mi pecho. Algo ahí se había roto. Me sudaban los ojos. ¿O era el corazón? No me des la espalda. No cojas ese tren.


No hay comentarios:

Publicar un comentario