-No, venga no llores. Joder, no pensaba que este juego podía hacerte daño.

-Entiéndeme, no puedo engañar a mi corazón diciéndole que lunes sí, martes no, miércoles tal vez, jueves me hechas de menos, fin de semana sí, pero al siguiente no...

-¿Y porqué has aguantado si no lo soportas?

-De verdad que pienso que a veces eres imbécil... ¿Porqué? ¡Porque te quiero joder! Y me estoy dando cuenta de que cada día más.

-Yo también, te lo juro, pero sabes que no me gusta sentirme atado, me hicieron mucho daño, lo siento.

-No todo el mundo es igual que ella, y creo que te lo he demostrado...