Miré a Sam, le cogí la otra mano, me puse de puntillas y le robé un beso.
-Ataque sorpresa- dije.
Sam se inclinó un poco y me dio otro beso, rozándome los labios con los dientes de una forma que me dio escalofríos.
-Contraataque sorpresa.
-Tramposo - musité con voz entrecortada.
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