Tumbados en la cama, mirándonos. De repente se levanta, abre un cajón y coge un boli y una libretita.
-¿Para que es?
-Que impaciente eres... - dice Daniel.
Levanto una ceja y le miro.
-Vale vale, perdón, ahora lo veras _____.
-Vale. - le sonrío.
Empieza a escribir pequeñas frases, como las cosas que le gustan de mi, frases como "eres mi vida", etc.
-¿Y esto?
-Pues no se... Mientras nos mirábamos pensaba todo esto...
-Oh... gracias.
-¿Gracias?
Asiento y sonrío.
-¿Porque?
-Pues por estar conmigo.
-Pf... eso no se merece un gracias, se merece, por ejemplo, un "pff, que suerte tienes."
-Jajaja, bueno, lo que prefieras, pero yo te digo gracias.
Estuvimos 5 segundos mirándonos en silencio. Cogió de nuevo la libreta, y escribió:
"Si alguna vez te caes, te tropiezas en esta torpe vida, te levantaré"
Le miré y le dije.
-¿Y si no puedes?
Y escribió:
"Me tumbaré contigo, a tu lado."
No hay comentarios:
Publicar un comentario