jueves, 26 de julio de 2012

No sé como decirle que me ha ganado, que le quiero...




No estaba preparada en absoluto, pensaba que después de todas las horas que había pasado con él sabría todo lo que había que saber sobre sus labios. Pero no me había imaginado qué cálidos se sentirían presionados contra los míos. O cómo esas manos, que podrían preparar la más arriesgadas de las trampas, podían atraparme con la misma facilidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario