-¿Y ella? -pregunté-. ¿Murió?
Tardó en responder. Tardó mucho.
-La perdí de vista hace años… Me he pasado la vida buscándola.
-¿Para decirle lo que sentías…? -indagué.
-No. -Sonrió tanto que esta vez llegué a verle parte del paladar-. Para verla de lejos y de cerca. Hay personas en este mundo que te alimentan con sólo verlas. No necesitas más. Te dan energía.
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