domingo, 3 de junio de 2012





-Yo no voy a hacerte daño, yo soy diferente.
-Ya, claro...
-¿Por qué no dejas de pensar un poco en lo que te dolió? ¿Sabes? Yo no soy de piedra. Yo también siento y también tengo miedo. Pero aquí estoy, si dejáramos de hacer lo que queremos por miedo, ni siquiera coseríamos un botón por miedo a pincharnos.
-¿Y qué me hace pensar a mí que esto no me dolerá?
-Verás, yo no puedo prometerte el mundo, pero sí que tú seas el mío, y eso cariño, no duele.



No hay comentarios:

Publicar un comentario