martes, 29 de mayo de 2012



-¿Sabes que los peces solo tienes tres segundos de memoria? Vamos, que si tardan tres segundos en dar la vuelta a la pecera, lo que ven es algo nuevo. ¡Es perfecto!
-¿Perfecto? ¿Qué sentido tiene entonces todo? Nada tendría sentido. No crecemos, no cambiamos, no aprendemos... Cometeríamos los mismo errores una y otra vez. Por ejemplo, imagina que tú y yo somos peces, y estamos juntos en una pecera, con el buzo, las piedrecitas de colores, las alguitas, todo, y que, además de compartir pecera, nos queremos. Estoy contigo, y a los tres segundos ya no sé quien eres.
-Perfecto. Te enamorarías de mi cada tres segundos, y siempre sería como la primera vez, única.



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