No puedo evitarlo. Mi piel está ardiendo, deseosa de unirse con la tuya. ¿De qué serviría pensar de nuevo en si está bien o mal? Tus ojos hipnóticos me están mirando, rogando que me acerque. No puedo ni quiero resistirme a ellos. Me siento encima tuya y te sonrío. Me besas intensamente y me dejo llevar por esos labios suaves. Tus dedos dibujan en mi espalda. No hacen falta palabras... El deseo me invade y sé que a ti también. Cuando estás dentro de mí me siento bien, querida. Ya no pienso. Tan solo siento. No es sexo sin más, es amor expresado. Estás tú y estoy yo, y mis ganas de fundirme contigo para siempre.
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