domingo, 18 de marzo de 2012

Un por qué para escribir

 



A veces durante un breve instante me olvido de donde estoy y te busco con la mirada esperando encontrarte, recojo el bolígrafo del suelo y me dispongo a seguir escribiendo. ¿Lo recuerdas? Sigo dándole sentido a las hojas de ese pequeño cuaderno que me regalaste porque sabias cuánto me gustaba escribir, querías que escribiera nuestra historia y a pesar de que se terminara sigues siento el motivo de todo cuanto hago y escribo.
En este pequeño lago junto a mi árbol favorito he recreado millones de veces como habría sido todo si hubiéramos luchado más... Si yo hubiera luchado más... Cuanto me habría gustado decirte más veces lo mucho que te quería, haberte agarrado a tiempo de la mano mientras te susurraba "no te vayas, ven, pasemos el resto de la vida juntos", pero no lo hice, ahora me queda tu recuerdo en ese cuaderno, cada sonrisa y palabra guardadas para sobrevivir al tiempo y tú en lo más profundo de mi ser, donde nadie pueda hacerte daño, donde solo yo se que existes. No lo hice como debía, sino como mejor sabia hacerlo... ¿Sabes? Creo que aunque el mundo ahora esté al revés tu seguirás siendo lo único que le de sentido. Mientras tú existas habrá inspiración y un porqué para escribir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario