-¡Espera! No te vayas, tampoco quise enamorarme de ti, pero lograste agarrarme y te odio por eso, porque sé que ahora más que nunca, mi todo te necesita y te quiere a mi lado.
Él con esos movimientos lentos y misteriosos que lo caracterizaban, tomó mi cara entre sus manos, mirando fijamente mis ojos.
-Te estoy empezando a amar.
-Y yo a odiar si en este preciso momento no me besas. - respondí antes de aquel primer beso.
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