jueves, 19 de abril de 2012

Pasan los años



-Quiero preguntarte algo. - dijo ella levantando su cabeza de el hombro de él.
-Claro, dime. - le dijo con una sonrisa, mientras le colocaba un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Cuándo mi piel se arrugue, mis ojos se vuelvan grises, cuando mis piernas duelan y tú tengas que ayudarme a dar un paso, cuando mi pelo se vuelva blanco, cuando olvide lo que me dices cada 5 minutos, cuando ya no escuche bien, cuando ya no tenga salud, y mi belleza se haya ido, ¿seguirás amandome como tú dices que lo haces?
-No me hagas preguntas estúpidas _______(tn)... - dijo mirándola. - Me da igual que tu piel se arrugue; mientras pueda tocarte todo estará bien. Me da igual el color de tus ojos, me mirarás con la misma mirada, de la cual me enamoré. Si te duelen las piernas, yo sería capaz de darte las mías, si así sonríes. El color de tu pelo seguirá siendo precioso, porque tendrá tu cara. Si olvidas lo que te digo, te lo repetiré todas las veces que haga falta, y mas si es un te quiero. Si estas enferma, yo estaré a tu lado y haré todo lo que este en mi mano para que estés bien. Y tu belleza nunca desaparecerá, hazme caso. Eras, eres y serás preciosa. Y si. Seguiré amándote. Pasarán los años, pero no cambiará mi forma de mirarte o de amarte.


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