domingo, 18 de diciembre de 2011

Me encanta sentir como sonríes en medio de un beso...



*Eres ______(tu nombre)*

Me fui de viaje, en medio del trimestre, mi familia quería hacer un viaje familiar, la verdad fue una pasada, con todos mis primos, con toda la familia al completo.
Dejé a todos mis amigos, a todos los compañeros allí, porque me fui 3 meses de vacaciones. La verdad es que siempre va bien hacer una escapada, para olvidarte de las cosas por un tiempo, en mi caso, tenía que olvidarme de él, de Mario, he estado enamorada de Mario muchísimo tiempo, y nunca me lo he podido sacar de la cabeza, no he existido para él, él siempre ha salido con mas chicas, y yo he sufrido muchísimo, yo lo amo de verdad, nunca pensé que podría sacármelo de la cabeza, pero en estos tres meses que no he visto a nadie, que no he hablado con nadie del instituto, creo que por fin lo he conseguido. No pensaba tanto en él, y creo que ya no siento tanto hacia él, creo que lo he podido olvidar, no digo del todo, pero si un poco bastante, ahora tengo más ganas de pasármelo genial, y más ganas de divertirme y no preocuparme.

Hoy iba a aparecer en clase, por primera vez después de mi viaje de 3 meses, supongo que me habrán echado de menos. Me levanté, entrabamos a las 8 de la mañana, pero yo no iba a aparecer a esa hora, quería darles una sorpresa, así que iría a las 10:30 de la mañana. Me vestí, me peiné, me eché colonia, todo lo que se hace por la mañana. Ya eran las 10:15, así que decidí coger mi mochila, e irme al instituto. Iba caminando, y pensaba en lo bien que me lo he pasado estas vacaciones con toda mi familia, pero mas con mis primos, los adoro. Y pensando y pensado, me vi en la puerta del instituto. Entré por arriba, porque la parte de abajo estaba cerrada.
Subí, y me encontré a unos cuantos profes que me saludaban y me preguntaban que tal me había ido, y cosas así.
Llegué a la puerta de la clase, realmente estaba nerviosa.

-“Toc toc”. – dije yo. -  ¿me he equivocado de clase? – dije apropósito.

Todos quedaron sorprendidos de verme allí, nadie se lo esperaba, ni siquiera mi mejor amiga.

-¡¡______(tn)!! – dijeron todos con muchísima alegría. Sí, ahora lo afirmo, me han echado de menos.

Mi mejor amiga, Daniela, le dio igual lo que le dijera después la profesora, vino corriendo hacia a mí, y me abrazó, se le cayeron algunas lagrimas de la emoción, y me dio muchos besos.

-No sabes lo mucho que te he echado de menos. – dijo mirándome. – te has ido 3 meses, ¡pero has cambiado! ¡Te han venido súper bien estas vacaciones, estas echa una pivona! – dijo mirándome de arriba abajo.
-¿Enserio? ¿Tan cambiada estoy? – dije mirando mi cuerpo.
-Estas guapísima. – dijo, y me dio otro cálido abrazo.

Vi a Mario levantarse de la silla, y mirarme como un bobo, no sé porque me miraba así, y se iba acercando a mí para saldarme, supongo. Pensé que le había olvidado, pero no, me dio un vuelco el corazón al verlo.

-_____(tn), estas… em… como decirlo… muy bien. – dijo Mario, cogiéndome la mano.
-Gracias. – dije sonriéndole.

Se me quedó mirando, como hipnotizado, mientras los otros compañeros venían a darme abrazos, el seguía mirándome hipnotizado, ¿Qué le pasará?

La mañana pasó rápida, todo el mundo me saludaba, nunca pensé que era tan importante, nunca me he sentido así, me sentía bien, me sentía querida, Mario nunca me había tratado así.
Salía por la salida de mi instituto, acompañada de Daniela y de Alex. Alex es mi mejor amigo, lo conozco de toda la vida, íbamos a la guardería juntos, todo juntos, hasta ir a mear. Todo, éramos inseparables, e igual con Daniela, pero a ella la conozco desde el colegio. Bueno, lo que decía, íbamos saliendo, y de pronto Mario se acerca a mí.

-____(tn), ¿podemos hablar un momento a solas? – dijo tímido y sonriendo, tocándose la nuca y mirando al suelo.
-Si claro, chicos, ahora os alcanzo, id tirando. – les dije a Daniela y a Alex.

Los chicos se fueron, nos dejaron solos.

-Te quería preguntar algo, pero estoy un poco nervioso, y creo que es un poco precipitado, no sé si querrás o no, no sé como… - dijo rápidamente, lo interrumpí.
-Mario, tranquilo, dime qué pasa. – le dije tocándole el brazo, su musculado brazo, se me caía la baba, pero no quería que se me notara.
-_____(tn)… - dijo.
-¿Si…? - dije buscando su mirada.
-¿Quieres que nos conozcamos mas, digo, quedar y eso…? – miraba todo el rato al suelo, al ver que yo no decía nada, me miró tímido. ¿Por qué se comportaba así? Con ninguna otra chica se comportaba así, siempre era mas atrevido.
-Vale. – le sonreí feliz.
-¿Enserio? – me miró sonriendo.
-Sí, ¿quieres quedar mañana, que es sábado? – le dije.
-Vale. – dijo feliz. - ¿Quedamos en el centro comercial, te parece? – dijo sonriendo, estaba feliz.
-Vale, buena idea, tienes mi número, ¿no? Por si pasa algo, digo… - dije sonriendo tímida.
-Sí, si… - dijo Mario
-Vale, bueno nos vemos mañana, que Alex y Daniela ya habrán llegado a sus casas. – y los dos reímos.

Me giré para irme.

-Adiós guapa… - dijo, y me sonrió dulcemente, y yo a él.


No alcancé a Daniela y a Alex, estuve pensado en Mario, creo que parecía estúpida riendo, porque la gente me miraba rara.

Estaba cansada, por la tarde no tenia instituto, así que hice los deberes, y me conecté al facebook un rato.
Vi que estaba Mario conectado, como nunca me habla, pensaba que hoy no iba a ser menos, pero no, me habló.

*Conversación por facebook*

-Hola preciosa!(L)
-Hola guapo!
-qué tal?
-Bien, y tú?
-Estupendamente, oye que me a encantado verte de nuevo… que estos 3 meses han sido raros sin ti…:$
-aaa, pero si nunca hablábamos, lo raro es que te hayas fijado en mi hoy…
-No se, cuando te e visto me e sentido diferente, feliz… creo que me explico fatal xD.
-feliz?
-si, no se explicarte, me e sentido diferente, desde que te fuiste solamente quería verte.
-Pero si yo para ti no existía, no entiendo  que ahora de repente si…
-Bueno, lo veras con el tiempo, supongo…
-Vale, bueno me voy, un besazo! Hasta mañana(L)
-Hasta mañana preciosa(L)

*Fin de la conversación de facebook*

Estaba cansada, ya eran las 22:30, un poco pronto, pero bueno, da igual, me metí en la cama y me quedé dormida enseguida.

Me desperté al otro día, a las 9 de la mañana, cogí el móvil para meterme en la ducha, y estar escuchado música, eso me relaja mucho mas, y veo que tengo un mensaje de Mario:

"Quedamos esta mañana, a las 11:30, y no iremos a el centro comercial, iremos a otro sitio, ponte guapa, te pasaré a recoger, un beso(L)"

-¡A las 11:30! ¡Mierda, me tengo que duchar ya! - dije yo, hablando sola.

Me duché, y me vestí así, solamente los tacones y el vestido:

Me peiné y salí a esperarlo en la puerta.
Él apareció vestido así:

Iba realmente guapo, le di un beso en la mejilla cuando lo tuve bastante cerca.

-Estas realmente hermosa... bueno como siempre. - dijo mirándome, se le caía la baba.

Le di un golpe en el brazo.

-Gracias, pero no seas tonto, no hace falta que me hagas la pelota. - le dije.
-¿No me cres? Vale, tu misma, no me creas, pero que conste que digo la verdad.
-Bueno, bueno, ¿y donde vamos? ¿Por que me has echo arreglarme tanto? - le dije sonriendo.
-Bueno, ahora lo veras... - dijo, y me agarró la mano. En ese momento me sonrojé.
-Vale, por una parte me gustan las sorpresas, por otra no... - le dije mirándole.

Seguimos caminando, hasta llegar a un grandioso bosque.

-¿Me has traído al bosque? - dije confundida, odio el campo.
-Shh... calla, ponte esta venda, que aún no hemos llegado. - me dijo, y me dio la venda.
-Vale... - dije fastidiada.

Seguimos caminando un rato mas, yo no veía nada, el iba detrás de mi, sujetándome por la cintura, yo no paraba de preguntarle: "¿cuanto falta?" o "¿queda mucho?". El solamente se reía de mi, y me daba pequeños besos en el cuello, y en esos momento yo reía.

En un momento, paremos, y el dejó de sujetarme. No veía nada, no sabia donde estaba.

-¿Mario? ¡Mario! ¿Estas ahí? - dije moviéndome. - puedo escuchar como te ríes... - dije riéndome. En un momento lo cogí por la camisa, y sin querer caímos al suelo, no parábamos de reírnos, notaba su respiración y eso me ponía nerviosa, me apoyé un momento en su pecho, para respirar y parar de reírme, y suspiré.

-______(tn)... - dijo Mario.
-Dime... - dije aún en su pecho.
-Me encantas. - dijo él, al escuchar esas dos palabras me puse nerviosa. - me encanta como te ríes, me encanta tu mirada, tus labios, tu forma de andar, tu sentido de el humor, eres divertida, simpática y agradable. Me encanta tu forma de sonreír - en ese momento sonreí en su pecho - esa misma, esa forma que tienes de sonreír, me encanta tu cuerpo... Todo tu me encanta. - dijo Mario.

En ese momento me quité la venda, y lo miré, me estaba mirando mientras decía eso, no le dije nada, solamente le besé, lo besé con todo el amor que pude, nunca nadie me había dicho eso, nadie.

Aún seguíamos en el suelo, lo paré de besar, necesitábamos respirar, no dijimos nada, solamente sonreímos tímidamente. 
Me levanté, y pude apreciar donde estábamos, porque entre que nos caímos, y que le besé, no vi ni donde estaba, estábamos aquí, pero había un banco:


-¡Guaau...! - fue lo único que me salió.
-¿Te gusta? - me dijo Mario detras de mi, cogiéndome por la cintura y apoyando su cabeza en mi hombro.
-Me encanta... - me giré y le di otro beso.
-Vale - dijo colocando un mechón de pelo detrás de mi oreja.- vamos a sentarnos en el banco, amor.
-Vale, madre mía como me e puesto el vestido por tu culpa Mario. - le dije, mientras me limpiaba el vestido.
-¿Por mi culpa? ¿Encima? ¿Quien ha sido la que se ha caído encima mio? - dijo acercándose a mi.
-¡Pero me e caído porque me as soltado!¡Sino me hubieras soltado, no me hubiera caído, y no me hubiera manchado el vestido. - dije haciendo pucheros.
-Oh, que mona y tierna estas con esa cara - dijo cogiéndome de nuevo por la cintura. - pero sabes que no tienes razón - dijo apoyando su frente contra la mía - pero no te volveré a soltar, ¿vale? - me susurró... casi me derrito.
-Vale - le di otro beso - vamos a sentarnos en el banco.
-Vale, vamos. - dijo el, empezando a caminar.

Nos sentamos en el banco, ese banco era antiguo, viejo de madera, estábamos sentados, el viento rozaba mis mejillas, y revoloteaba mi vestido, no hacia ni frió ni calor, pero a veces se me erizaba la piel en pensar que estoy apoyada en su pecho, sentada en un banco, a solas con el, en un bosque hermoso...

-Amor... - me dijo.
-Mmm...  - dije con los ojos cerrados, para sentir mejor el viento, y su hermosa colonia.
-Me gusta que te guste este lugar. - dijo el también cerrando los ojos.
-¿Por que? - le dije.
-Por que yo venia aquí de pequeño, con mi padre, que aunque ahora no esta a mi lado, ni lo estará, todos los días le recuerdo. - dijo acariciándome el pelo.
-Lo siento, no sabia nada... - dije levantándome de el banco, tapándome la boca con la mano.
-No, no, _____(tn), tranquila... no estabas aquí, ¿como lo ibas a saber? No te tendría que haber dicho nada, sé que eres muy sensible con estos temas... - dijo Mario.
-Yo... Mario lo siento muchísimo...  - dije escondiéndome en su pecho, llorando.
-Vamos ____(tn)... por favor... para de llorar, ya esta, no podemos hacer nada, no me gusta verte llorar por favor... - dijo acariciándome el pelo, y dándome pequeños besos en él. - Cambiamos de tema mejor.
-Vale... - dije limpiándome las lagrimas.
-El vestido te queda realmente bien, eeh. - dijo mirándome de arriba a abajo, mordiéndose el labio inferior.
Me reí por su expresión.

-Me encanta que hagas eso... - le dije sentándome encima de él.
-¿El que?¿Morderme el labio? - dijo Mario.

Yo asentí con la cabeza.

-Pues lo hago gracias a ti, que me vuelves loco. - dijo acercándose a mi cuello, y seguidamente dándome besos en él. Yo solamente reí, y cerré los ojos para sentirlo mejor.
-Eres perfecta ____(tn)... - dijo Mario mirándome.
-No, no lo soy, ni lo quiero ser Mario, porque hasta la perfección tiene imperfecciones. - le dije acariciándole la mejilla. Él rió. - ¿De que te ries?¿de mi?
-¿Que? no, no... - dijo riéndose. - no me rio de ti, ___(tn)... - dijo el, yo le miré rara, como indignada.
-Muy bien, pues llévame a casa, que no se el camino... - dije de broma de levantándome de encima de el.
-Hey, hey, hey, ¿donde cres que vas muñeca? - dijo cogiéndome de el brazo, empujándome hacia el. Yo sonreí.
-¿Sabes? esa frase no te pega ni con cola. - y salí corriendo.

El venia detrás de mi, yo corría, y corría, hasta que me alcanzó, y se puso delante de mi, me cogió y me puso en su hombro, como cuando llevamos a los niños pequeños y le decimos que les llevamos como un saco de patatas.
Reíamos sin parar, como niños pequeños divirtiéndose. Yo seguía encima de él, y le daba golpes en la espalda para que me bajara, hasta que lo conseguí, y nos miremos fijamente a los ojos.

Y empecé a hablar:

-Tonto.
-Tonta.
-Feo.
-Hermosa.
-Estúpido.
-Encantadora
-Te odio.
-Te amo.

No podía seguir, tenia que reírme. Y eso hice, reírme, y Mario también.

-Te amo tonto... - le dije, y le besé.
-Yo te amo mas pequeña... - me susurró.
-Me encanta sentir como sonríes en medio de un beso...




Sé que ese "siempre" funcionará cuando más lo necesitemos; que esa sonrisilla después de llorar aparecerá siempre; que esos momentos estarán siempre ahí, en cualquier parte de nuestro cerebro; que aparecerá alguien para levantarme cuando no pueda hacerlo yo, y recordarme que la felicidad siempre está ahí pero que hay veces que no la vemos, que la vida puede que acabe mañana, y quizá no hemos hecho todos los planes que nos quedaban pendientes, que la distancia no es el olvido y que la amistad no entiende de sexos, porque cuando queremos, podemos. Me has llenado cuando estaba vacía, me has sonreído cuando solo tenias ganas de llorar, conseguiste hacerme feliz con una mirada o dos palabras, y, aún encima me das las gracias. ¿Las gracias porque? ¿Por quererte tal y como eres? Las gracias te las doy yo a ti, solamente por estar a mi lado... Te necesito ahora y siempre, que eres lo mejor que me ha pasado en mi mierda de vida.

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