sábado, 28 de enero de 2012

Ahora soy feliz






De pequeña, me enseñaron en el colegio que si te prestan algo, hay que devolverlo limpio, y si quieres ponerle algun recuerdo o algo parecido, que sea algo bueno.
Hemos pasado tanto tiempo juntos... Me has hecho reir, te he hecho reir, me has apartado el flequillo para ver mis ojos, te he levantado la camiseta para sentir tu calor al abrazarte, me has obligado a salir de casa a las 2 de la madrugada para besarte en mitad de la calle vacía, tan vacía que cuando uno de los dos soltaba un te quiero, resonaba con el eco. Te he agarrado las manos y te he besado cuando estabas tan enfadado que perdias el control. Me has secado las lagrimas de mi mejilla con tu pulgar y me has abrazado poniendome el oido en tu pecho permitiendome escuchar el latido de tu corazon cuando estuve triste. Me he comido tu merienda especial, te has cargado mi vestido nuevo sin estrenar. Te he estado mirando media hora mientras dormias en el sofá por la tarde, has hecho que me despierte rodeada de petalos rosas en la cama el dia de mi cumpleaños. Me has regalado el beso de mi vida, te he regalado el videojuego que tanto te gustaba...
Yo te presté mi corazón, aunque yo al principio pensase regalartelo, tú deverias cuidar de él, pero no lo hiciste. Mi corazón estaba dentro de tí, al lado del tuyo. Lo sacaste de el lado izquierdo de tu pecho, estaba infectado de tu sangre, no me devolviste limpio, lo tiraste al suelo y me dejaste recogiendolo sola, muy sola. Tu sangre sigue paseandose por mi cuerpo, nunca lograré olvidarte.


*Resumen de los últimos años*


Miercoles, 23 de enero, 2005

-Mirame.- Dijo mientras me agarraba la cintura por detrás.
-¿Que pasa?- dije yo un poco sorprendida.
-Nada, solo queria asegurarme del color de tus ojos, cambian de color dependiendo de la luz, y eso me encanta.- Dijo él con una media sorisa.
-Nunca puedo adivinar en lo que estás pensando, estamos viendo como nuestros mejores amigos cortan una tarta y tu piensas en que los ojos me cambian de color... En serio, no te entiendo, pero te quiero.- Dije mirando la tele.

Me sacó al jardín tirandome de la mano.

-Mario ¿A donde vas? Estan abriendo los regalos.- Dije desesperada.
-Ahora vamos, es que me había olvidado de que hoy había luna llena.

Paramos en medio del jardín donde solo había un pequeño árbol.

-¿Ves esa luna llena?- Dijo señalando la luna llena.-Siempre que me necesites y yo no esté a tu lado, siempre que te despiertes a media noche y yo no esté acostado a tu lado abrazado a tí protegiendote con mi brazo, siempre que me eches de menos, mira esa luna, te prometo que yo también la estaré mirando en otra parte del mundo.- Dijo sin quitar su mirada de mis ojos.-
-¿A qué viene eso?¿Te vas a alguna parte?¿Me vas a dejar?¿...-
-Nooo.- Dijo eligiendo esa sonrisa suya que le sale cuando se ríe de lo charlatana que soy, una de mis sonrisas favoritas.-No me voi a ninguna parte, nunca me separaré de tí, te lo prometo, sólo quería que lo tuvieses en cuenta.- Y entonces eligió la sonrisa que pone con los labios pegados.
-Siempre lo tendre en cuenta- Dije yo cogiendole las manos y acercandome a él para besarle.

Volvimos a entrar a la sala y continuamos con la fiesta.

Sábado, 14 de Julio, 2007

Fui a comprar bebidas para esa noche, era una noche de sábado normal, una noche en la que alquilabamos alguna pelicula, él se sentaba en el sofá y yo descansaba mi cabeza sobre su regazo con la intención de que él me peine el pelo suavemente con sus dedos.

Llegué a lado de un bar, normalmente no voi mirando quien está en los bares ni en las tiendas... pero al pasar por ahí noté una presencia que me resultaba muy familiar y no pude evitar mirar a través del cristal en el que ponía el nombre del bar: Kween Twics. Ví como Mario le estaba dando un beso al cuello de otra chica, la cara de la chica me resultaba familiar, pero se me veía todo borroso. Al ver esa dolorosa escena, paré de respirar por unos segundos, no sé si mi corazón tambien dejó de latir, no sentía nada, las bebidas se me calleron de las manos, el ruido del golpe de las botellas al chocar contra el suelo me despertó y volví a respirar llenando el cristal con mi vapor que salió de mí al igual que hizo mi alma. Ví que el rostro de Mario se giraba hacia mí, pero no me vió con el vapor en el cristal y volvió a mirar a la otra chica. El vapor del cristal desaperció del cristal y ví la sonrisa que Mario había elegido en ese momento, parecía muy feliz. 
Dejé las botellas en el suelo, metí las manos en el bolsillo de la chaqueta y me fuí a casa sin dejar de mirar en el suelo. La escena que contemplé en unos segundos, me duró horas, mentira, me duró años. 

Fué la última vez que veía una de las elecciones de sus sonrisas. 


Viernes, 7 de Marzo, 2012.


Me levanté de la cama, abrí la ventana y miré hacia el cielo. Esa noche había luna nueva. 
''Mira esa luna, te prometo que yo también la estaré mirando en otra parte del mundo.'' Me vinieron esas palabras en la cabeza y me dí cuenta del tiempo que había pasado, seguro que él ni se acordaba de mí. Cerré la ventana, me dirigí hacia mi cama y me acosté sin dejar de pensar en él, si, en Mario. 

Sonó mi móvil y lo cogí.

-Hola amor, siento despertarte a estas horoas de la noche, pero no podía aguantar más. Esta noche no se me vé la luna y tenía que oír tu voz al menos.-

Esa era la voz de la persona que más amaba en el mundo, la voz de mi novio Leo, era el hombre de mi vida.

Yo aún no le había contestado nada. Me empezó a doler el estómago de lo feliz que me sentía en ese momento.

-Angy, ¿Me oyes? ¿Hola?.- Se oía al otro lado del móbil.
-Sí, si si si, te oigo, es que por un segundo no reconocía tu voz. Y es verdad, esta noche no se ve la luna. ¿Qué estás haciendo?- Pregunté sin mucho interés.
-Pues lo que hago cada segundo de mi vida, pensar en cada milímetro de tí. Por cierto, mi madre está mejor, así que volveré pronto.- Cuando Leo dijo eso, yo supe que abía elegido la sonrisa que pone cuando no está ni muy enfadado ni muy contento.
-¿A sí? Que bien.Te había echado mucho de menos, me siento muy sola sin tí.- Dije yo con una expresion oral triste.
-No digas eso, yo siempre estaré a tu lado, te lo prometo.- Dijo recordandome a Mario.
-No vuelvas a prometerme cosas cosas así, ya no creo en ellas.-
-No me compares con tu ex, él no lo dijo con lágrimas en los ojos.-

Y en ese momento me entró un frío en el interior de mi estómago.

-No sé que decirte a eso.- Dije vajando mi tono de voz.
-No digas nada, sólo recuerdame que me quieres.- Dijo él haciendo lo mismo.
-No. No te quiero, te amo, no se como definir lo que me haces sentir, cuando estoi contigo empiezo a temblar porque estoy feliz y a la vez tengo miedo de perderte.-
-Yo también te amo, pero con una pequeña diferencia, que yo sé explicar lo que siento por tí.- Dijo mientras se notaba que se estaba poniendo cómodo.- Aver, eres la persona más importante en mi vida, y eso lo sé porque pienso en todas las personas que conozco y cuando llego a tí paro, es solo pensar en tí y sonreír, no sé como lo haces. No puedo dejar de imaginarte a mi lado, en ropa interior sexy y haciendo que yo me asfixie con la almohada para no cometer ninguna locura. es solo pensar en tí y sonreír, no sé como lo haces.- Se golpe se calló y volvió a pronunciar palabras.-Mierda, no he podido explicar lo que siento por tí, es inexplicable.- Dijo con una expresión oral decepcionada. 

Y pasámos la noche diciendonos lo mucho que nos amamos. 

Es él, él es el amor de mi vida, solo espero que no me falle nunca, ¿Eso es mucho pedir?


PD: Leo me dijo lo mismo de la luna que Mario. Me siento fatal cuando miro a la luna y pienso en Mario en vez de en Leo, me pregunto porqué, ¿Porqué en vez de pensar en el chico que ahora me hace feliz pienso en el que me rompió el corazón?





*Fin del resumen de los ultimos años años*


Yo te presté mi corazón, aunque yo al principio pensase regalartelo, tú deverias cuidar de él, pero no lo hiciste. Mi corazón estaba dentro de tí, al lado del tuyo. Lo sacaste de el lado izquierdo de tu pecho, estaba infectado de tu sangre, no me devolviste limpio, lo tiraste al suelo y me dejaste recogiendolo sola, muy sola. Tu sangre sigue paseandose por mi cuerpo, nunca lograré olvidarte.




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