Tentaciones

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Estamos en la piscina, los dos solos, de noche, todos durmiendo, mi mejor amiga Elena esta arriba en la habitación, y Ángel, su novio, esta junto a mi, me tiembla todo, este chico me encanta, me a enamorado completamente. Pero no puedo, es el novio de mi amiga.


-Cuéntame algo ___(tn) - me dijo Ángel acercándose.
-No tengo nada que contarte. - le conteste retrocediendo en la piscina.
-Mientes, se te nota en los ojos cuando mientes. - resoplo. Siempre me pilla.
-Nos vamos a dormir, tengo sueño. - dije quedando acorralada en la pared de la piscina. Se estaba acercando demasiado, y la tentación de besarle cada vez se hacia mas grande, de probar sus labios.
-Vale, vamos. - dijo él nadando hasta la escalera de la piscina. Yo salí por la otra, y nos encontremos de nuevo donde estaba la toalla.
-Sécate tu primero. - le dije.
-Vale. - contestó Ángel.


Cogí mis sandalias, y Ángel me puso la toalla encima de la cabeza, no veía nada.


-¡Ángel! - chillé. Escuchaba su risa, eso me ponía nerviosa. En ese momento me la quitó, de nuevo demasiado cerca. Sonreímos. Él divertido, yo avergonzada.
No me aguanté mas, y me lancé a sus labios. Tenia novia, su novia es una de mis mejores amigas, pero él no paró, todo lo contrario, siguió el beso con mas pasión y desenfreno.


-No podemos... - dije
-Elena no se tiene porque enterar... - susurró buscando mis labios de nuevo. Nos besamos de nuevo.
-Pero es una de mis mejores amigas, Ángel... - le susurré.
-Sé que te gusto... - susurró de nuevo. Me derretía.
-No es verdad. - Ángel sonríe.
-Lo has vuelto hacer, has vuelto a mentir, se te nota, eres muy transparente.


Silencio.


-¿Y que si me gustas? No podemos, eres el novio de una de mis mejores amigas. - le dije.
-¡Menos mal que lo has reconocido! - dice el chico.
-¿Y que? No tiene importancia, eres el novio de Elena. - le contesté retrocediendo.
-Si que tiene importancia lo que sientes ____(tn). - dijo Ángel, acercándose de nuevo
-No. - le dije.
-Sí. Porque tú también me gustas a mi. - me contestó él delante de mi.


Aprovechó que quedé en shock para besarme de nuevo. Le seguí el beso, sus besos son adictivos.


-Esto no... - intenté decir, pero sus besos y sus labios me pararon, y aunque sabia que era el mayor error de mi vida, no pude evitar la tentación.